965 515 059 - Carrer Rosa Escrig, 6, 03850 Beniarrés infobeniarres@gmail.com

Barranc de L’Encantà

Barranc de L’Encantà

El barranc de l’Encantà debe su nombre a una leyenda posterior a la Reconquista que el erudito botánico Antonio Cavanilles recoge en su obra Observaciones: “barranco que la credulidad llamó de la Encantada por la piedra circular de unos cinco pies de diámetro, que en forma de ventana cerrada se ve en la garganta del barranco a 20 pies sobre el nivel ordinario de las aguas. En esta fingió el vulgo la boca de cierta mina donde los Moros escondieron sus tesoros y dexáron encantada una doncella, que cada cien años sale para volver á entrar en el mismo día.”

Nace en las proximidades de Beniaia, en la Vall d’Alcalà, discurre por el término de Planes, atravesando una serie de gargantas excavadas en las formaciones calizas de la Sierra de Cantacuc y desfilando hacia Beniarrés enclavado entre las sierras de l’Albureca y del Cantalar en busca del río Serpis, al que tributa sus aguas. En total, l’Encantà recorre más de 8 kilómetros de un barranco agreste, formando un conjunto de gran belleza paisajística y contrastado valor faunístico y botánico.

FAUNA

Alcedo atthisEntre las especies acuáticas más importantes destaca el samaruco (Valencia hispanica), endemismo piscícola valenciano que desapareció del paraje tras la introducción de la trucha arco iris, el barbo mediterráneo (Barbus guiraonis), endemismo ibérico catalogado como especie rara, la gamba de río (Dugastella valentina) endemismo valenciano otrora abundante y también desaparecido del lugar -aunque no de otras fuentes próximas-, la rana común (Rana perezi), endémica de la Península Ibérica, el sapo común (Bufo bufo), la culebra viperina (Natrix maura) y la rata de agua (Arvicola sapidus). Entre la avifauna encontraremos la garza real (Ardea cinerea), la garceta blanca (Casmerodius albus), las pollas de agua(Gallinula chloropus), la lavandera blanca (Motacilla alba), la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), el martín pescador(Alcedo atthis) y, en primavera y verano, el ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) y otros tantos pájaros acompañarán nuestra estancia con sus deliciosos cantos. En las paredes rocosas situadas cerca del río suelen situarse especies interesantes como el gorrión chillón (Petronia petronia), el avión roquero (Riparia riparia), el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), el roquero solitario (Monticola solitarius), el búho real (Bubo bubo), el cernícalo (Falco tinnunculus), el águila perdicera (Hieraetus fasciatus) y un largo etcétera entre los que no pueden faltar diferentes especies de murciélagos. También encontraremos una gran cantidad de fringílidos como verderones, verdecillos, pinzones y jilgueros. Existen también especies mayores, muy interesantes pero difíciles de observar por sus costumbres nocturnas como son la gineta (Genetta genetta), el turón (Mustela putorius), el zorro rojo (Vulpes vulpes) y el jabalí (Sus scrofa).

FLORA ARBÓREA

Arbutus unedoEn cuanto a la vegetación, se trata de la típica vegetación mediterránea: árboles y arbustos en general perennifolios y esclerófilos, es decir, de hojas pequeñas, duras y a menudo espinosas, para ahorrar agua a lo largo del período estival. La estructura de la vegetación varía según su localización, así como de su situación en solana o umbría. Existen algunas pinadas de pino carrasco (Pinus halepensis) de poca extensión, junto con algunos ejemplares de carrasca (Quercus rotundifolia) que, de forma dispersa, aparecen por el paraje recordándonos lo que en otros tiempos fueron extensas formaciones boscosas. Menos abundante es el madroño (Arbutus unedo) cuya población, junto con el cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), está prevista reforzar dentro del Plan de gestión de la Microrreserva de flora de l’Alt de Senabre que linda con l’Encantà. También está prevista la reintroducción del fresno de flor (Fraxinus ornus), árbol caducifolio de hojas compuestas, que antaño existía y actualmente ha desaparecido.

 

FLORA ARBUSTÍFERA

Satureja obovata Entre los arbustos abunda el lentisco (Pistacia lentiscus) y la cornicabra (Pistacia terebinthus). Otros arbustos también abundantes son el enebro (Juniperus oxycedrus), la coscoja (Quercus coccifera), planta próxima a la carrasca pero con hojas de un verde más nítido, la aliaga (Ulex parviflorus), arbusto fuertemente espinoso y con flores de un color amarillo intenso que dan color al paisaje invernal, el brezo (Erica multiflora) de hojas reducidas y flores de color rosa pálido y el palmito (Chamaerops humilis), única palmera autóctona de la Península Ibérica. Otra especie interesante es la sabina (Juniperus phoenicea). En primavera destacan en el paisaje las grandes flores blancas o rosas de las jaras (Cistus albidusCistus salviifoliusCistus monspeliensis). Entre las plantas aromáticas, mayoritariamente de la familia de las labiadas, son abundantes el romero (Rosmarinus officinalis), el tomillo (Thymus vulgaris), la ajedrea (Satureja obovata) y, en menor abundancia, la pebrella (Thymus piperella), especie protegida por ser endemismo ibero-levantino.

Asimismo, en la Microrreserva de flora de l’Alt de Senabre que linda con l’Encantà, se han catalogado 252 especies en apenas 5,61 hectáreas –de las cuales 13 son endémicas, 11 son raras con riesgo menor de extinción, 3 están amenazadas y otras 5 son especies protegidas en el ámbito autonómico–, lo que puede dar una idea de la biodiversidad florística de la zona.

VEGETACIÓN DE RIBERA

Nerium oleanderJunto al cauce aparece otro tipo de vegetación, dependiente del agua: la vegetación de ribera. Entre los árboles destacan el chopo (Populus nigra) y el álamo blanco (Populus alba), los dos caducifolios, fácilmente distinguibles entre sí por las hojas. Aparecen también diversas especies de sauces (Salix eleagnos), así como la abundante adelfa (Nerium oleander), de grandes flores rosadas y venenosa tanto para el hombre como para el ganado. Junto a ésta resulta fácil encontrar el tamarindo (Tamarix gallica), la zarzamora (Rubus ulmifolius), formaciones de caña (Arundo donax). Muy cerca del río aparecen de forma dispersa formaciones de carrizo (Phragmites australis), un tipo de caña no tan alta pero más estilizada que requiere la presencia de agua, al menos de forma estacional, la cola de caballo (Equisetum telmaitea), el yezgo (Sambucus ebulus), la unciana (Dorycnium rectum), el rosal silvestre (Rosa micrantha), la esparraguera (Asparagus acutifolius), el mirto (Myrtus communis), el brusco (Ruscus aculeatus), la carrasquilla (Rubia peregrina), la zarzaparrilla (Smilax aspera) y el durillo (Viburnum tinus). Ocupando el mismo nicho ecológico, en la orilla, es fácil encontrar la enea (Typha dominguensis), con unas largas hojas, siendo muy característica su inflorescencia en forma de puro, y el junco (Schoenus nigricans). También se conocen en la zona varias especies de helechos, como el helecho hembra (Pteridium aquilinum), el polipodio (Poyipodium vulgare) y el culantrillo de pozo (Adiantum capillus-veneris), que vive en ambientes húmedos con goteo de agua.

 


 

Con la intención de regenerar y/o recuperar este interesantísimo patrimonio natural, la Regidoria de Turisme i Medi Ambient elaboró una Memoria descriptiva y encargó la redacción de un Proyecto de restauración medioambiental del barranc de l’Encantà con el que se solicitó a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que autorizase la actuación propuesta. Este proyecto trata de ordenar y compatibilizar los usos sociales que tradicionalmente se han desarrollado en la desembocadura de este paraje con la recuperación y potenciación de sus valores naturales. Así, a la propuesta de su total peatonalización se suma la creación de una zona de recepción y amortiguación, la ordenación y adecuación de los accesos y sendas, la prohibición de acampar o prender fuegos, el reforzamiento de las especies amenazadas y la reintroducción de las desaparecidas, así como la redacción de un Plan de gestión integral que compatibilice y complemente sus usos con los de la Microrreserva de flora de l’Alt de Senabre.

Paraje Protegido del Serpis

Paraje Protegido del Serpis

El tramo del río Serpis comprendido entre Beniarrés y Villalonga actúa, junto con su entorno, como elemento de conexión entre la montaña y la costa en el límite de las provincias de Valencia y Alicante. Se trata de un excepcional mosaico de hábitats y de paisajes que sintetiza, como pocos territorios valencianos, las características básicas y las peculiaridades de la montaña mediterránea. La zona posee cualidades geomorfológicas que la hacen merecedora de especial atención. En algunos tramos la acción erosiva secular del río ha dado lugar a espacios singulares como el barranc de l’Encantà y el Estret del Infern-Racó del Duc. Este desfiladero entre las sierras de Safor y de Cuta ha dejado visible los elementos geomorfológicos, configurando un paisaje de gran valor por su singularidad y su accesibilidad desde la antigua vía del ferrocarril Alcoy-Gandia. Esta línea en desuso es, en la actualidad, uno de los mayores atractivos de la zona, con grandes posibilidades para el uso público ordenado del medio natural y el disfrute de los paisajes.
Los diversos ambientes montañosos y fluviales propician una gran variedad de hábitats. Encontramos desde retazos importantes de bosque mediterráneo en buen estado a notables bosques de ribera. Existen especies faunísticas acuáticas de gran interés, acompañadas de aves, mamíferos y otros vertebrados de especial relevancia, algunos de ellos escasos en la Comunitat Valenciana. Se trata de un espacio con un paisaje excepcional y unos notables valores ecológicos y geomorfológicos.
Existen también elementos arquitectónicos de gran valor histórico vinculados al paisaje, como es el legado de ingeniería que dejó el ferrocarril (puentes, mampuestos y túneles), el castillo de Perputxent, los molinos de finales del siglo XIX, los azudes y las pequeñas centrales hidroeléctricas.
Esta interacción histórica entre el medio físico natural y la actividad humana a lo largo de los siglos, caracteriza el paisaje y la zona de influencia que ahora se protege en aras de procurar su conservación y gestión racional. El régimen de gestión del espacio protegido propugna el uso sostenible de los recursos naturales del río Serpis y su paisaje asociado, cuyos criterios de conservación quedarán fijados mediante la redacción del correspondiente Plan rector de uso y gestión que comporta la declaración de Paisaje Protegido del Serpis aprobada el 13 de abril de 2007.

Paisaje Protegido de La Solana del Benicadell

Paisaje Protegido de La Solana del Benicadell

De recio y vigoroso relieve, el Benicadell se eleva hasta los 1.104 metros y se extiende a lo largo de unos veinticinco kilómetros en dirección nordeste-sudoeste, alzándose sobre un despejado paisaje entre los dilatados valles de Albaida y del Comtat. Su núcleo principal está adscrito a los términos municipales de Muro, Gaianes, Beniarrés y l’Orxa, en lo relativo a la vertiente de la solana. Por el Este, la sierra de Benicadell se extingue en los barrancos por los que discurre el río Serpis, concretamente en el barranc de l’Infern de l’Orxa; por el Oeste, alcanza hasta el Pou Clar de Ontinyent, en la Serra de Agullent. Se trata de una sierra cuya destacada y alargada mole dibuja una hermosa silueta reconocible a grandes distancias, delineada por una prolongada y elegante crestería de caliza grisácea coronando su cima. Así, su orientación de poniente a oriente y sus abruptas vertientes determinan una clara diferenciación climática e hidrológica.

La Serra de Benicadell es un espacio utilizado desde tiempos prehistóricos como hábitat de grupos humanos, que encontraron en sus cuevas y laderas un lugar de refugio y caza. El yacimiento prehistórico más destacado en la zona es la Cova de l’Or (Beniarrés), del neolítico inferior (6.000 a.C.), punto de referencia mundial por la importancia de los materiales localizados que marcaron el destino de una nueva época: el nacimiento de la agricultura en el Mediterráneo occidental. Otros yacimientos destacados son la Cova del Moro (Muro), la Cova Negra (Gaianes) y el Sercat (Gaianes), poblado del II milenio a.C. La cultura islámica también dejó su impronta en la sierra, destacando el asentamiento del Alto de la Nevera (Gaianes), donde se cree que en el año 1092 el Cid fortificó un castillo de origen árabe existente en lo alto de “la Peña Cadiella” –como así la refiere el Cantar del Mío Cid-. En el Benicadell existen, además, varias cavas de nieve.

 

Ya en el siglo XVI, la presión demográfica forzó el abancalamiento de sus laderas hasta cotas difícilmente imaginables, que se fueron compaginando con otros usos tradicionales de la sierra, como fueron la explotación maderera, la extracción de leña y la apicultura.
Por otra parte, el Benicadell es un clásico del montañismo y de la educación ambiental, siendo el referente de numerosos escaladores que encuentran en ella la fascinación de las grandes montañas, con su larga fachada rocosa y almenada por una recortada y esbelta cresta, y enriquecido por parajes de profundo significado social y cultural.
En definitiva, la Solana del Benicadell es un paisaje en cuya conformación tiene mucho que ver la acción humana a lo largo de la historia, que ha configurado ambientes nuevos y diversos.
 Atendiendo a consideraciones en todo equiparables a las anteriores, la vertiente norte de esta sierra, situada en la provincia de Valencia, fue declarada Paisaje Protegido por el Consell de la Generalitat, con la denominación de “Ombria del Benicadell”. El Paisaje Protegido de la Solana del Benicadell completa la protección del macizo montañoso en la vertiente incluida en la provincia de Alicante, por lo cual ambas iniciativas de protección son complementarias y se refuerzan mutuamente.

“La majestuosa sierra de Benicadell se yergue con fuerza en el paisaje, coronada por su elegante cresta rocosa reconocible a grandes distancias: sus perfiles, según las distintas vertientes, son facetas de una misma montaña, que es siempre la misma y diferente. La nítida morfología amurallada del largo dorsal orientado hacia el todavía distante mar, separa con sus espadines calizos dos comarcas naturales, dos amplios valles profundamente marcados por la milenaria intervención del hombre, la Vall d’Albaida y la Foia del Comtat, a la vez que sirve a una convencional frontera provincial entre Valencia y Alicante”

Rafael Cebrián. “Por las cumbres de la Comunidad Valenciana: 50 montañas escogidas”

Microrreserva de Flora del Alt de Senabre

Microrreserva de Flora del Alt de Senabre

Desde el 16 de enero de 2007, Beniarrés cuenta con su primer espacio protegido. Se trata de la Microrreserva de flora de l’Alt de Senabre, que incluye los terrenos públicos de Fantaquí, cova dels nou forats y corralets de l’Encantà. En apenas 5,61 hectáreas se han censado más de 250 especies, lo que puede dar una idea de la biodiversidad que atesora el paraje. Entre la flora protegida se encuentran especies endémicas, exclusivas, raras y/o amenazadas, motivo por el cual la Consellería de Territorio, basándose en el Informe botánico redactado al efecto, ha aceptado la petición de la Regidoria de Medi Ambient de nuestro Ayuntamiento en cuanto a la conveniencia de proteger este espacio natural.

Este reconocimiento supone la puesta en marcha de un Plan de gestión para la microrreserva, que incluye la señalización de sus límites, el establecimiento de carteles informativos, la adecuación de una senda, la reintroducción y/o reforzamiento de ciertas especies arbóreas como, entre otras, la carrasca, el madroño o el fresno, así como la creación de un banco de semillas.
Endemismos ibero-levantinosRiesgo menor de extinciónEspecies vulnerables
Arenaria levantinaArenaria levantinaBiscutella montana
Arenaria montanaCentaurea spachiiBiscutella stenophylla
Biscutella montanaCentaurium quadrifoliumSarcocapnos saetabensis
Biscutella stenophyllaHelianthemum origanifoliumEspecies protegidas
Centaurea spachiiHypericum ericoidesChamaerops humilis
Chaenorrhinum origanifoliumPhlomis crinitaHypericum ericoides
Galium lucidumRhamnus lycioidesPholomis crinita
HelianthemumÿoriganifoliumSaxifraga corsicaTeucrium buxifolium
Rhamnus lycioidesTeucrium buxifoliumTeucrium homotrichum
Sarcocapnos saetabensisTeucrium capitatum
Saxifraga corsicaTeucrium homotrichum
Sideritis tragoriganum
Teucrium buxifolium

Pantano de Beniarrés

Pantano de Beniarrés

El embalse de Beniarrés, de propiedad estatal, comenzó su construcción en la década de los 40′ con la finalidad de regar las huertas y, fundamentalmente, los cultivos de naranjos existentes en la comarca de la Safor. Posee una presa de gravedad de 53 metros de altura y una lámina de agua de 260 hectáreas, que le permite embalsar hasta 31 Hm3. El aliviadero, de compuertas, permite desaguar hasta 1000 m3 por segundo.

Aguas arriba del embalse, el fuerte asentamiento poblacional e industrial (textil y papeleras) provoca elevados índices de contaminación en sus aguas y sedimentos, por lo que el embalse presenta niveles muy altos de eutrofización, anoxia (ausencia de oxígeno) e incluso emanaciones de ácido sulfhídrico en época estival. Se estima que el 80 % del caudal que llega hasta el embalse proviene de las depuradoras existentes aguas arriba, y aunque existe un Plan de depuración de aguas, parece que éste no se muestre lo efectivo que sería de esperar. Por este motivo, se ha solicitado en repetidas ocasiones que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) realice una Auditoría medioambiental de sus aguas y sedimentos, así como que elabore un Programa de actuaciones con la finalidad de conseguir, dentro del plazo, los objetivos que recoge la Directiva 2000/60/CE en cuanto a la calidad de los recursos hídricos.

 El entorno natural, sin embargo, resulta muy agradable a la vista, razón que refuerza el convencimiento de que el área de influencia del embalse posee un enorme potencial turístico y deportivo. Confiamos en que la CHJ tome conciencia de los riesgos que para la salud pública y medioambiental suponen los niveles de contaminación alcanzados, y asuma sus responsabilidades con la rapidez y la diligencia que sería deseable de un Ministerio de Medio Ambiente. Desde la Regidoría de Turisme i Medi Ambient del Ayuntamiento de Beniarrés existe el firme compromiso de exigir que así sea.

Vía verde del Serpis

Vía verde del Serpis

Desde nuestra ya lejana infancia vimos recorrer por campos y huertas de nuestros pueblos y ciudades la figura oscura y elegante del tren Alcoi-Gandia. Vivió a través de los años los avatares de su época, revueltas, guerras y hambre. Aquel que nuestros padres y abuelos llamaban el tren de los ingleses, el del estraperlo, del aceite y del vino, de la carbonilla y la harina, el del “cagaferro” con el que improvisábamos nuestros belenes…”

José Morales Ferrándiz (Presidente de la Asociación del tren Alcoi-Gandia)


“En Valencia, antes de llegar a Gandía, me dijo el cónsul inglés Mr. Stanley Weyman que la zona por donde se pretendía realizar el trazado de la vía se llamaba el barranco del Infierno. Confieso que me sentí preocupado. Imaginé por un momento un paraje lleno de demonios, pero a los pocos días de comenzar las prospecciones comprendí que estaba en un error. Aquellas eran gentes abiertas, generosas y bien humoradas, dispuestas a ayudar; y aunque hablaban una lengua llamada valenciano que no era español ni inglés, nos entendimos sin grandes problemas gracias a la buena voluntad de todos.

En poco tiempo me enamoré del barranco del Infierno, un infierno de ángeles que, además, me enseñaron a saborear todas las delicias de la vida mediterránea. He de reconocer, sin embargo, que nunca pude acostumbrarles a tomar el té de las cinco.”

Mr. Philip P. Ayres (Ingeniero proyectista de la vía férrea Alcoy-Gandia)


En 1889, la compañía inglesa “Alcoy and Gandia Railway and Harbour Company Limited” construyó la línea férrea que uniría las poblaciones de Alcoy y Gandia. Lo hizo en apenas dos años. El primer convoy promocional recorrió el trayecto el 18 de julio de 1892, si bien hasta principios del siguiente año no circularon con regularidad los trenes. A partir de entonces funcionó un medio de comunicación y transporte de gran importancia en la historia de nuestras comarcas. Durante los primeros años se bajaron mercancías para la exportación (papel, tejidos, aceite, frutas y verduras) y se subieron productos –fundamentalmente de importación inglesa– como carbón, sal, maderas, tabaco… No obstante, el tráfico de viajeros también fue en aumento. Durante la primera década del siglo XX se construyeron otras líneas de ferrocarril que entroncaron con ésta: la línea Carcaixent-Gandia que llevaban productos agrícolas desde la Valldigna y la Ribera hacia el puerto de Gandia, y la línea Villena-Alcoi-Yecla que entró en funcionamiento el 20 de diciembre de 1909 y enlazaba con el ferrocarril Alcoi-Gandia en la estación de Muro. Durante la guerra civil y la posguerra, aparte de los daños que causaron los bombardeos al puerto de Gandia –del cual dependía la línea férrea–, las estaciones sirvieron para el estraperlo de productos básicos ante la enorme escasez que se vivió en la época. Sin embargo, con la mejora económica producida en España al final de la década de los 50, el transporte de viajeros hacía la playa de Gandia adquirió cierta importancia. Fueron apenas unos años porque el transporte por carretera comenzaría a ganarle la partida al ferrocarril, suponiendo el final de esta línea y de otras muchas que también desaparecieron a lo largo de la geografía española. En 1965, la compañía desapareció y la línea pasó a depender de F.E.V.E. (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha). Finalmente, el 30 de abril de 1969 la línea fue clausurada y, al año siguiente, se desmantelaron todas las instalaciones y las estructuras metálicas se vendieron al peso. El puente de hierro que salvaba el río Agres –en Muro– que medía 132,65 metros y pesaba 150.620 kg, y que en su época fue considerada la obra más importante de toda la provincia, se subastó por un importe de 700.000 pesetas para destinarlo como chatarra.

Así, las circunstancias geopolíticas y socioeconómicas que propiciaron la construcción de una línea férrea entre Alcoy y Gandia a finales del siglo XIX han derivado en que, ya en el siglo XXI y con la línea en desuso, los 53 kilómetros de plataforma del antiguo ferrocarril aguarden con impaciencia una propuesta de actuación clara que la saque del olvido en la que se encuentra sumida actualmente. Desde la Regidoria de Turisme i Medi Ambient de nuestro Ayuntamiento se ha redactado un anteproyecto constructivo  con la finalidad de que los Organismos públicos se planteen con seriedad su acondicionamiento como vía verde.